Las manecillas snowflake de Tudor cumplen 50 años dentro de su colección. Se han convertido en un rasgo característico de los relojes deportivos de la firma y han cautivado a admiradores y coleccionistas a lo largo de sus cinco décadas de historia.
La forma peculiar de las manecillas se ganó el nombre de snowflake debido a su apariencia de copos de nieve parciales. Su diseño fue innovador ya que permitió que se aplicara una gran cantidad de material luminiscente a las manecillas, lo que garantiza una excelente legibilidad en todas las condiciones. Gracias a ellas los buzos pudieron diferenciar rápidamente las manecillas entre sí.
El diseño snowflake se hizo popular entre los coleccionistas que fueron adoptados desde el principio y utilizados por los buzos de la Armada francesa hasta mediados de la década de 2000. Algunas de las marinas más grandes del mundo también han optado por utilizarlas para su personal de buceo, incluidas las marinas de Estados Unidos y Canadá, así como las italianas y muchas otras.
Introducida por primera vez en 1969 y utilizada hasta mediados de los años ochenta para relojes de buceo exclusivamente, la configuración de "copo de nieve" volvió a entrar en la colección Tudor en Baselworld 2012 con el lanzamiento combinado de los populares modelos Black Bay y Pelagos.
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