La colección Tudor que incluye modelos memorables como el Black Bay Tudor presenta un nuevo modelo de la línea, se trata del Black Bay Fifty Eight.
La versión Black Bay Fifty-Eight incorpora una esfera inspirada en los relojes de submarinismo Tudor fabricados durante la década de 1950. Lleva las características agujas de forma angulosa, conocidas por los coleccionistas con el nombre de snowflakes, que aparecían en el catálogo de la marca de 1969. Su corona a rosca y el triángulo rojo de su bisel giratorio son característicos de la primera generación de relojes de submarinismo Tudor, que eran herméticos hasta los 200 metros.
La línea Black Bay combina estética tradicional y relojería moderna. Lejos de ser meros relanzamientos de los clásicos, los modelos de la línea aúnan los más de 60 años de historia de los relojes de submarinismo Tudor al tiempo que permanecen actuales. Así, su diseño neovintage va acompañado de unas técnicas de fabricación y una fiabilidad, robustez y calidad de acabado que satisfacen los requisitos actuales más rigurosos.
Su nombre proviene del año en el que se presentó el primer reloj de submarinismo Tudor hermético hasta 200 metros, la referencia 7924, conocido como la Gran Corona. El modelo incorpora una caja mediana de 39 mm de diámetro es fiel a las proporciones características de los años 50. Está pensado para muñecas finas, para los amantes de los relojes más compactos y para entusiastas de lo vintage. También está disponible en una combinación de colores nueva que ofrece una sutil variación de la estética de la línea Black Bay.
Los acabados en oro, que recuerdan a la época en la que se fabricaron los primeros relojes de submarinismo Tudor, se aplicaron a los marcadores de la hora, las agujas y la escala de minutos del bisel en negro y acero. El tubo de la corona es de acero satinado, una característica nueva de la línea Black Bay, para crear una armonía estética con la caja y la corona, que lleva el logotipo de la rosa de Tudor en relieve.
En 2018, tres años después de la introducción de su primer calibre de manufactura, Tudor lanza su segunda línea de movimientos. El calibre MT5402 muestra las funciones de hora, minutos y segundos y, con 26 mm de diámetro, se ha diseñado para relojes medianos. Además, tiene la apariencia y el acabado típicos de los calibres de manufactura Tudor. El rotor troquelado está totalmente satinado, mientras que los puentes y la placa principal alternan superficies pulidas a chorro de arena y decoraciones láser. Su estructura garantiza resistencia, longevidad y fiabilidad, igual que hace su volante de inercia variable, mantenido por un puente transversal con dos puntos de fijación. Gracias a estos detalles de calidad, a los que se suma la espiral de silicio amagnético, este calibre cuenta con la certificación oficial del COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros). Ofrece una reserva de marcha de 70 horas.
El brazalete del Black Bay Fifty-Eight se inspira en los brazaletes remachados desplegables de la marca fabricados en las décadas de 1950 y 1960. Estos brazaletes eran reconocidos por tener cabezas de remache visibles que fijaban los eslabones visibles, además de una estructura escalonada. Hay dos diseños adicionales disponibles: correa marrón de cuero con cierre desplegable o correa de tejido negro con una banda dorada. Confeccionada con la técnica Jacquard, un método artesanal creado por una empresa familiar con 150 años de antigüedad de la región de Saint-Étienne, en Francia, esta correa es una característica distintiva de Tudor.
Movimiento
Automático, calibre MT5402 (COSC), cronómetro suizo con certificación oficial del COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), 27 rubíes, marcha 70 horas.
Funciones
Horas, minutos y segundos en el centro. Función de parada del segundero para una puesta en hora precisa.
Caja
Acero, 200 m
Dimensiones
39 mm
Correa
Acero con remaches, pulido y satinado o correa de cuero marrón.
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