Chopard apoyó este año al equipo austriaco durante el Rallye "Pekín-París", que tuvo lugar a partir de junio 12ª a 17 de julio. La carrera más dura y difícil del mundo en coches clásicos. Un recorrido épico para el automovilismo vintage. El piloto Ingo Strolz superó el reto junto a su copiloto y mecánico Werner Gassner. Ambos aventureros austriacos llevaban un reloj Mille Miglia Chrono GTS para la carrera desde la salida de Pekín.
The Beast, el coche del equipo austriaco, era el más antiguo de la carrera, con casi un siglo de existencia -99 años-. Rodaje a máxima velocidad de 150 km/h con 140 caballos de potencia. El rally comenzó en China y cruzó la frontera de 11 países, como Mongolia, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Italia, la propia Suiza. Parajes exóticos para la aventura. La meta tuvo lugar en París el 17 de julio en Place Vendôme. La distancia recorrida en la carrera llegó a 13.695 kilómetros y duró 35 días.
“La carrera es un desafío extremo para los seres humanos y máquinas. Unas de las etapas más complicadas es atravesar el desierto de Gobi, donde hay que avanzar por las pistas de arena y es difícil de navegar sin apenas indicaciones. Nuestro coche no tiene ni taquímetro, GPS ni cualquier otro dispositivo”, afirma Ingo Strolz. “El tiempo es muy importante para nosotros”.
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