La embajadora de Montblanc, Charlotte Casiraghi , presentó dos prestigiosos premios durante la ceremonia de clausura del Rencontres Philosophiques de Mónaco: uno para la mejor publicación filosófica del año en idioma francés, y otro para la casa editora de filosofía más distinguida.
"Con sus orígenes en la cultura de la escritura, Montblanc se siente orgulloso de apoyar a uno de los excepcionales programas dedicados a fomentar el pensamiento filosófico contemporáneo", explicó Jérôme Lambert, CEO de Montblanc. "Desde los antiguos filósofos griegos hasta la actualidad, la filosofía ha sido uno de los pilares de la civilización humana y es vital otorgarle al pensamiento crítico humano los medios para florecer en un mundo cada vez más complejo. Nos ayuda a comprender quiénes somos como sociedad y a tratar algunos de los desafíos más importantes que nos rodean", agregó.
El evento, apoyado por Montblanc, fue el punto climático del Rencontres Philosophiques de Mónaco, una serie mensual de talleres filosóficos y un coloquio anual que trae a algunos de los más grandes filósofos modernos, así como a eminentes personajes del mundo de la literatura, las artes y la economía. El coloquio de este año estuvo dedicado al tema de los “encuentros”, centrándose en las múltiples formas en las que la filosofía se involucra con otras disciplinas, desde la danza y la música, hasta el cine y los deportes.
Como presidenta honoraria, Charlotte Casiraghi, junto con los miembros fundadores, Joseph Cohen, Robert Maggiori y Raphael Zagury-Orly, otorgaron el Prix des Rencontres Philosophiques de Mónaco durante una ceremonia que se celebró en el Théâtre Princesse Grace a la Sra. Vinciane Despret por el libro Au bonheur des morts. La Mention Honorifique , se otorgó a Editions Vrin, una de las casas editoriales más antiguas y dinámicas de filosofía en idioma francés. Cada uno de los laureados recibió una estilográfica Montblanc Meisterstück Le Grand Fountain Pen grabada especialmente con el emblema del Rencontres Philosophiques de Mónaco, así como un premio monetario de 15,000 euros.
Precediendo la presentación de los premios, se rindió homenaje al fallecido filósofo italiano Umberto Eco; quien era miembro honorario del Rencontres Philosophiques de Mónaco.
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