La actriz Kate Winslet, embajadora de la marca relojera suiza visitó por primera las instalaciones de la sede en Saint-Imer, Suiza, donde nació la marca en 1832. La ganadora del Oscar, parte de la familia Longines desde 2010, recorrió el Museo Longines acompañada del CEO de la empresa Walter von Känel. La británica caminó por los bastidores del proceso de creación de un reloj, permitiéndole así descubrir la producción y el ensamblaje de las piezas.
Durante el recorrido por la historia de la marca, Winslet seleccionó una pieza que será reeditada por la marca en beneficio de la Golden Hat Foundation, organización benéfica fundada por la actriz en 2010 con el fin de poner en relieve las capacidades y el potencial de las personas con autismo. La firma relojera que cuenta con una larga tradición de apoyo a las organizaciones mostró empatía con los valores que promueve la actriz a través de su fundación. Kate Winslet encarna el eslogan "Elegance is an attitude", desde que hace seis años cuando se convirtió en Embajadora de la Elegancia de Longines.
La actriz provechó para pronunciar unas palabras: "Me ha gustado mucho descubrir el apego de Longines por su rica historia, de la que saca la inspiración para crear nuevas piezas que reflejan sus valores. Agradezco a la marca su apoyo a la Golden Hat Foundation, que valoro mucho, mediante la reedición del reloj que he elegido hoy. Me siento increíblemente orgullosa de poder contribuir a sensibilizar a la sociedad sobre la situación de las personas con autismo. Estoy convencida de que estas personas deberían beneficiarse de la posibilidad de aprender a comunicar, de una formación escolar y mantener verdaderas relaciones sociales". Al final del día, tuvo un encuentro con los colaboradores de Longines que se habían reunido para conocerla.
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