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Jaquet Droz marca el 'tempo' de la danza

Jaquet Droz
Jun 14 2016 - 14:29

Jaquet Droz extendió sus lazos con el universo de la danza. La alta relojería y la danza ha logrado un punto de encuentro a través del movimiento desde diciembre de 2013 cuando la maison se convirtió en Presenting Partner del Béjart Ballet Lausanne (BBL), dirigido por Gil Roman. La empresa narra una historia caracterizada por una audacia creativa que evoca la de Maurice Béjart (1927-2007), reconocido en todo el mundo como una de las grandes figuras de la danza y la coreografía de todos los tiempos.

Presenting Partner del Béjart Ballet Lausanne, Jaquet Droz ofreció un cóctel con motivo de las seis representaciones que la compañía ofreció del 7 al 12 de junio de 2016 en el Théatre de Beaulieu, con sede en Lausanne, Suiza. En la danza y en la relojería, nada es estático. En el Béjart Ballet Lausanne y en los talleres de Jaquet Droz, los bailarines y los artesanos se esfuerzan por mantener vivos sus legados respectivos. El programa que el Béjart Ballet Lausanne y Jaquet Droz dan muestra de ese esfuerzo. Cuatro artistas diferentes crearon cuatro coreografías.

El espectáculo comenzó con Corps-circuit, de Julio Arozarena, maestro del ballet del BBL que explora el diálogo, visible o no, de los cuerpos, como una representación escénica de las palabras del filósofo Michel Foucault: "Mi cuerpo es como la Ciudad del Sol: sin lugar, pero a partir de él resplandecen todos los lugares posibles, reales o utópicos". Gil Roman dio total libertad al coreógrafo italiano Giorgio Madia, exbailarín del BBL, quien plasmó la energía vital característica de Béjart en Swan Song, una creación reciente que cuestiona la figura del maestro, el aprendizaje y la admiración.

Después del intermedio, los bailarines del BBL presentaron Anima blues, un "road ballet" que Gil Roman creó en 2013 en la Ópera de Lausana. Esta obra es más que un ballet, combinado tonalidades blues con la voz de Audrey Hepburn y los ritmos obsesivos del colectivo Citypercussion. El espectáculo concluyó con Boléro, uno de los grandes ballets del siglo XX, creación de Maurice Béjart con música de Maurice Ravel. Las líneas depuradas y el color negro profundo del nuevo Grande Seconde Off-Centered Onyx evocan la preferencia por la sencillez predominante tanto en la obra de Pierre Jaquet-Droz como en la de Maurice Béjart, así como su capacidad de inventar la belleza: por una parte, la belleza de las coreografías –como la del Boléro, que se convirtió en una referencia en la Historia de la danza– y por otra parte, la belleza de un reloj que luce un rostro con esferas descentradas que revolucionó la estética relojera.

Laura Hernández

Laura Hernández

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