Jaeger-LeCoultre mantiene un idilio artístico destacable con Venencia, la ciudad de los canales. Además de su estrecho vínculo con la Mostra Internazionale d´Arte Cinematrografica, el célebre festival de Cine, participa en un programa de mecenazgo con la bella Scuola Grande di San Rocco. El célebre edificio es conocido por albergar una gran muestra de pinturas de Tintoretto, el maestro del claroscuro en el Renacimiento italiano.
La iniciativa de Jaeger-LeCoultre para con San Rocco se inició en 2013. Un proyecto para participar en la restauración y conservación del edificio que se abre a la iniciativa de toda la gente. La primera persona que participó fue Carmen Chaplin, embajadora de la marca. Dibujó un corazón en un libro digital que fue exhibido en la anterior 72ª edición de la Mostra de Venecia. El dibujo fue plasmado posteriormente en el fondo de un reloj Reverso. Amigos de la firma relojera e invitados fueron llamados a promover la iniciativa en defensa del patrimonio de San Rocco.
La Scuola Grande di San Rocco es una institución arquitectónica única. Ubicada en el barrio de San Polo, fue fundada en 1478 bajo la protección de San Roque, patrono de los afectados por la peste. Un lugar empleado entonces como sanatorio para ayudar a la gente enferma y luchar contra las epidemias. El espacio fue decorado por Tintoretto (1518-1594) con una serie de pinturas tenebristas, maestro de la luz. En la Sala dell´Albergo se instaló un sistema LED para contrarrestar los rayos infrarrojos y ultravioletas que pueden desgastar los colores de las pinturas con el paso del tiempo.
En una segunda etapa del mecenazgo, el proyecto se inclinó por la restauración del mármol de la Scuola. Obras principalmente ubicadas en la Sala Capitolare y en el portal monumental que se adentra a través de la escalera estilo imperial. El mismo trabajo apasionado y minucioso que exige la labor relojera los artesanos del Valle de Joux, donde los técnicos de Jaeger-LeCoultre se entregan al desarrollo y cuidado de piezas excepcionales.
Savoire-faire excepcional para la transmisión del patrimonio. La manufactura ofrece el servicio para restaurar con plena lealtad a la tradición cualquier pieza, siempre respetando la fidelidad histórica y la autenticidad. Durante la pasada Mostra, se exhibió un extraordinario “reloj-colgante” de Zélie LeCoultre, la esposa del fundador de la manufactura, Antoine LeCoultre. Contaba con el ingenioso sistema de remontaje con palanca, que permitía el armado y puesta en hora del reloj sin tener que recurrir a la llave utilizada en aquel momento. En el fondo del reloj, Jacques-David LeCoultre, nieto de Zélie, grabó la frase: Recuerdo de mi querida abuela Zélie LeCoultre. Los maestros relojeros de la casa restauraron la pieza original en toda su presteza. Tributo de amor, semejante al idilio de Jaeger-LeCoultre con Venecia.
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