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Girard-Perregaux se viste de diamantes

Girard-Perregaux, Horloger
Feb 12 2019 - 15:34

La elipse que caracteriza a la colección femenina de Girard-Perregaux protagoniza el modelo Cat’s Eye Plum Blossom, que en esta ocasión se viste de nácar, aventurina y diamantes para brillar con luz propia. En su corazón, la masa oscilante, a modo de capullo decorado y calado a mano, revela lo invisible.

Una flor de ciruelo se posa sobre la esfera. Elegante y delicada, se presenta bajo la forma de un segundero pequeño cual flor que impregna la tierra con su perfume y su vida. La nueva generación del Cat's Eye Small Seconds fue fabricada en acero, oro rosa u oro blanco, siempre engastado, el reloj elíptico cuenta con tres nuevas ecuaciones ópticas. Nácar, aventurina o diamantes, tres materiales que se apoderan de la luz y la proyectan, la transforman y la subliman.

Frío o caliente, el Cat's Eye Plum Blossom siempre puede contar con un elemento vivo y vibrante. La flor que actúa como segundero pequeño nos recuerda que esta pieza de joyería está accionada por un movimiento automático de manufactura. Pequeña complicación poética, la flor utilizada como aguja recuerda el elemento fundamental de la relojería. Su núcleo mecánico se entrega bajo los frenéticos movimientos de una masa sutilmente cincelada. Este simbolismo floral, presente también en la forma de la corona, devuelve la vida al centro del universo mineral. Duro y blanco como los diamantes, o bien suave y cálido como el oro rosa, el material es también el mensaje.

El diamante es el material más duro del universo. Capta la luz y la multiplica, como en un resplandor de estrellas que atravesara una red de espejos astronómicos. La versión joya es una explosión de luz. El bisel está engastado con una ronda de diamantes. En medio de esta escena mágica, como una supernova, resalta una flor rosa de nácar grabada y pintada a mano.

Como en las auroras boreales, la interacción entre la luz y la materia crea aquí efectos mágicos. La luz tornasol del nácar fascina las miradas como si fueran las fluctuaciones de un velo estelar. La madreperla, esencialmente blanca, viste la esfera ovalada. Está rodeada por una caja de acero engastada con diamantes y luce un brazalete plateado. Justo antes de la noche oscura, un velo azul claro anida en el cielo. Ya está salpicado de estrellas lejanas, aunque el sol aún no se ha ocultado. La esfera azul aventurina realza el capullo con un brillo dorado.

Movimiento
Automático, 208 componentes, marcha 46 horas
Funciones
Horas, minutos, segundero pequeño
Caja
Acero, 30 m
Dimensiones
35,40 x 30,40 mm
Correa
Piel de color blanco con un efecto satinado o de aligátor color azul

Laura Hernández

Laura Hernández

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