Girard-Perregaux presenta el nuevo movimiento Neo-Tourbillon con Tres Puentes con una caja íntegramente fabricada en cristal de zafiro transparente. El calibre GP9400-1035 es el replanteamiento del calibre 9400, al que se le retiró la platina. El movimiento se encuentra suspendido en ingravidez en medio del vacío.
Subsisten los puentes de anclaje físicamente indispensables, en una demostración de dominio de la técnica aérea. La manufactura relojera suiza introduce un nuevo universo, materiales innovadores y complicaciones inesperadas en sus colecciones fundamentales, reunidas bajo una misma temática: Earth to Sky. Esta pieza con complicación toma su nombre de la más brillante de las fuentes de energía astronómicas: el cuásar. Este tourbillon entra en el espectro de la luz gracias a su caja, íntegramente fabricada en cristal de zafiro transparente.
Un cuásar es una galaxia ultraluminosa situada en torno a un agujero negro. Una dualidad de luz y de sombra que el Quasar expresa gracias al arte relojero de Girard-Perregaux. A través de sus paredes cristalinas, el calibre GP9400-1035 revela sus volúmenes esqueletados. Este movimiento de alta relojería explota en un haz de luz que ilumina el vacío que separa sus componentes. Los puentes contribuyen visualmente al efecto de transparencia general del Quasar. Están realizados en titanio, arenados y luego ennegrecidos con un tratamiento de PVD. Su forma es tan compleja en las tres dimensiones –hecha de arcos, curvas y esquinas entrantes y salientes– que su elaboración es una obra maestra de relojería.
El Quasar es el resultado de la aplicación natural de cuatro principios del universo Girard-Perregaux. El primero es la patente de 1884 que corona la creación de tres puentes de oro visibles por el lado de la esfera, firma única de la maison. El segundo es el esqueletizado, finamente realizado a mano en los talleres de la Chaux-de-Fonds. El tercero es el nacimiento en 2015 del Neo-Tourbillon con Tres Puentes. En este modelo los puentes no eran ni rectos ni de oro, sino arqueados, esqueletizados y negros. El cuarto es el uso del zafiro con una función más técnica que la de un simple cristal. Con el Laureato con Tres Puentes de Zafiro de 2007 se adoptó el cristal de corindón para la estructura misma de un calibre de alta relojería. Estos cuatro vectores convergen para dar vida al Quasar.
Con un diámetro de 45 milímetros, la caja del Quasar está íntegramente realizada en cristal de zafiro. Un cristal chimenea abarca los puentes del movimiento como una cúpula subterránea. Su carrura, de una sola pieza, está redondeada en los flancos y angulosa al nivel de las asas.
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