Toda un decálogo retro en el diseño de la pieza: caja de acero, esfera color champagne, agujas 'dauphine', luminiscencia y los índices 'heritage' de la firma. Este nuevo Girard-Perregaux 1957 es un sesentero con mucha vida. Su forma revolucionaria de hacer girar la masa oscilante lo facultó en aquella época como un reloj de los más precisos.
La idea de Girard-Perregaux fue plantear de otro modo el suministro de energía del sistema automático del movimiento rotor. El giro de la masa oscilante, generalmente realizado por una rueda dentada, fue sustituido por unas ruedas con sistema de trinquete conocido como Gyromatic. Construcción más simple, fiable y eficiente para dar cuerda a la espiral. A su ver, permitía un diseño más fino, compacto y estilizado del calibre y, por ende, del propio reloj. Estos desarrollos técnicos le sirvieron a Girard-Perregaux para obtener en 1966 el premio centenario del Observatorio Neuchâtel.
La casa relojera está poniendo en valor lo mejor de su legado en esta celebración de sus 225 años de existencia. Girard-Perregaux 1957 está dotado del calibre inhouse GP03300-0130 con acabados tradicionales de los años 70, otro guiño al pasado. Côtes de Geneve y un grabado circular son acertados detalles auténticos de esta reminiscencia relojera.
Movimiento
Automático, GP03300-0130; 28,000 alt/h, 218 componentes, 27 rubíes, marcha 46 horas
Funciones
Horas, minutos, segundos y fecha
Caja
Acero, 30 metros
Dimensiones
40 mm
Correa
Cocodrilo
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