Zenith festeja medio siglo de El Primero, el cual es considerado el cronógrafo automático más preciso del mundo. En entrevista, Julien Tornare, CEO de la maison, nos habla acerca de la epopeya que ha vivido este movimiento.
¿Qué opina acerca de que Zenith haya sido el pionero del cronógrafo automático?
En esa época muchas marcas buscaban algo como el movimiento El Primero. Trataron, pero no tuvieron éxito. Durante los años sesenta, muchos no esperaban que El Primero pudiera funcionar por la alta frecuencia, 36,000 alternancias por hora. Sin embargo, sus inventores trabajaron muy fuerte en secreto para dominar los diferentes problemas generados por la alta frecuencia.
¿Cómo ha sido la evolución de El Primero durante estos 50 años?
Han pasado muchas cosas. El Primero fue creado en 1969, entonces ocurrió la revolución del cuarzo. Charles Vermot salvó el movimiento El Primero a mediados de los setenta. Al inicio de los años ochenta tuvimos encargos de otras marcas. Pierre-Alain Blum de Ebel hizo el pedido grande inicial. Además de Movado y por supuesto Rolex. Llegamos a vender doscientas mil unidades del movimiento El Primero para el Rolex Daytona. Hace dos años lanzamos el nuevo El Primero a 1/100 de segundo, que es el cronógrafo más rápido del mundo.
La historia de El Primero continúa y sigue asegurando la precisión
Muchas firmas tienen un modelo o un reloj famoso, nosotros hacemos relojes famosos, pero tenemos además el movimiento El Primero, único por su calidad e innovación. Continuaremos celebrando con amigos, coleccionistas, y presentando El Primero 50th Anniversary Box Set.
¿Considera a El Primero una pieza de arte?
Por supuesto. Creo que en términos del movimiento, El Primero es una pieza de arte. No hay que olvidar que fue presentado a finales de los años sesenta. La gente sólo usó sus manos y algunas herramientas básicas para hacerlo. Fue un gran logro. Definitivamente esos hombres fueron artistas.
¿Cómo percibe la industria relojera hoy en día?
La industria relojera se enfocó — del 2000 al 2010— en el boom chino. Se olvidó de los europeos, los estadounidenses o los mexicanos. El negocio decayó pero únicamente fueron ajustes, el verdadero cambio es la nueva generación porque los jóvenes chinos no quieren comprar los mismos relojes que sus padres. Tenemos que demostrar que somos una industria dinámica y creativa.
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