El felino emblemático de la maison aparece en escena en torno a la carátula del modelo. Según cuenta la historia, surge en los años 60 como resultado de un reloj que sufre un accidente. Su silueta es el resultado del enfrentamiento de dos panteras que deforman el óvalo del reloj Baignoire atrapado en sus fauces.
Destacan las cabezas con pavé completo, la precisión naturalista de las orejas, del hocico y de los ojos, la forma oval de la carátula con curvas flexibles y la delicadeza del nácar con reflejos azulados, este reloj se impone como una obra de joyería que hace gala de un savoir-faire precioso.
El Panthère de Cartier es una idea en constante evolución. El modelo apareció en 1914, en un reloj de pulsera, bajo la forma abstracta de un motivo de manchas de ónix y diamantes. La firma realza y transfigura la pantera en torno a tres ejes creativos: el acercamiento de la joyería y la relojería, los oficios de arte apreciados por Cartier, y la combinación de la técnica y la magia a través de la innovación relojera más reciente de la maison.
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