Tokio fue el punto de reunión de las casas Breguet y Bugatti, las cuales se reunieron en un exclusivo cóctel con clientes VIP, periodistas y aficionados tanto de la relojería como del automovilismo.
Las firmas asistieron a una presentación privada sobre la historia que une a ambas marcas. Una de las partes más importantes de la velada fue el famoso cronógrafo de salpicadero No. 2023, que Breguet creó especialmente para el fabricante de automóviles en 1932. Este reloj se diseñó para colocarse en el volante de los coches Royale de Bugatti e incorporaba una función de taquímetro. La maison relojera adquirió esta pieza durante una subasta el pasado mes de febrero. Los invitados tuvieron la oportunidad de ver esta pieza de cerca, que demuestra la diversidad de la manufactura desde su nacimiento en 1775.
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