La firma francesa deja atrás su estética vintage y militar y se lanza a la conquista del espacio con su nuevo cronógrafo hipersónico BR-X1: un instrumento de navegación resistente, ergonómico y ultraligero. La marca de Carlos Rossillo y Bruno Belamich ha hecho un impecable ejercicio de diseño vanguardista al desarrollar una pieza que nace con vocación de viajera espacial. Para tal misión, un reloj, al igual que cualquier otro instrumento que acompaña a los astronautas en su misión, ha de seguir un pliego de condiciones muy específicos: resistencia a temperaturas extremas, a la corrosión, los choques, a las aceleraciones, la presión, las vibraciones, etcétera… Concebido para superar todas estas leyes de la física, el BR-X1 HyperStellar ha supeditado su modelaje a un perfecto manipulado en el espacio: pulsadores ergonómicos utilizables con guantes, detalles de la esfera que permiten una lectura óptima de la hora y ligereza para respetar las restricciones de peso embarcado, reto conseguido gracias a la simbiosis del titanio y el aluminio.
Y, puesto que un cronógrafo es indispensable para este tipo de hazañas, al mismo título que un traje espacial o un casco presurizado, su mecánica no podía estar concebida de otro modo. El cronógrafo híper estelar está animado por un movimiento esqueleto mecánico de cuerda automática. Su arquitectura adopta la forma de una X, en referencia a los proyectos experimentales de la NASA y que ha dado el nombre al modelo, mientras su puente superior tratado con DLC negro le confiere una seña de identidad única.
Ha sido tal el cuidado que se ha prodigado a cada detalle, que focalizar la atención sobre un único elemento es misión imposible. Empezando por el complejo diseño de la caja de aspecto deportivo que, realizada en titanio y aluminio anodizado azul con inserciones en caucho, se abre por el fondo y va cerrada con tornillos funcionales no indexados. Por lo que respecta al fondo, éste presenta una pequeña abertura circular que recuerda la ventanilla de observación planetaria, permitiendo seguir las evoluciones de la parte central del volante. Por su parte, la carátula es de cristal de zafiro tintado de color gris y goza de una transparencia que permite ver en toda su extensión el movimiento al tiempo que porta índices metálicos aplicados con recubrimiento de Superluminova. Las manecillas esqueletadas y sutilmente ahumadas también presentan unas excepcionales cualidades de fotoluminiscencia, y ofrecen una perfecta legibilidad.
Finalmente, y en cuanto a visualización de las funciones mecánicas se refiere, el cronógrafo BR-X1 HyperStellar incorpora un totalizador de 60 segundos en el centro. Desprovisto de manecillas, el totalizador de los minutos de la función de cronógrafo se ubica a las 9 horas en forma de disco ultraligero de aluminio, recordando a los alerones de un reactor. La escala taquimétrica, instrumento imprescindible para los cálculos de velocidad, es azul y se encuentra en el realce.
Movimiento
Automático, calibre BR-CAL.313, puente superior en forma de X, 28,800 alt/h
Funciones
Horas, minutos, pequeño segundero, fecha, cronógrafo por trotadora y totalizador de 30 minutos
Caja
Titanio y aluminio azul con inserciones de caucho, 100 metros
Dimensiones
45 mm
Correa
Piel de aligátor y caucho
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