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“Sin pánico”

Ulysse Nardin
Jun 22 2016 - 17:47

Innovación. Una palabra que se repite como oración y solución para competir contra la crisis. Max Bonfigli, es el Director de Ventas de Ulysse Nardin en el territorio LATAM y África. Su oficina está en Suiza, pero visita el continente americano en repetidas ocasiones. “Entre dos y cuatro veces cruzo el Atlántico”. La realidad no se puede negar, sobre todo, cuando el sector registra datos económicos poco positivos en sus exportaciones, como indicó la Federación de la Industria Relojera en Suiza en su último reporte. Y Bonfigli, con plena transparencia y de agradable plática, comunica en perfecto español sin maquillar los hechos. “México es duro, la situación económica no es fácil, y el cambio de divisa afecta mucho, es verdad que todas las marcas estamos sufriendo, nuestros partners locales están luchando para mejorar las ventas”. Una bajada o receso a nivel global.

Bonfigli comenta que LATAM no es el principal mercado para Ulysse Nardin, pero sigue siendo un mercado interesante con un potencial futuro importante. “América Latina también ha sufrido un poco”. Sigue de cerca países como Argentina, Perú, Chile... “También Venezuela, pero ahora está parado, y Guatemala, donde tenemos buena posición de manera sorprendente gracias al trabajo de nuestros partners”. Políticas en transformación para responder a un entorno en transformación. “Tratamos ahora de bajar el precio promedio y hemos introducido relojes con precio de entrada en los 7,500 dólares en la línea de los clásicos. Y las complicaciones como el Skeleton Tourbillon con siete días de reserva de marcha está sobre 38,000 dólares, un precio muy bueno para un tourbillon”. Acciones estratégicas junto al aumento de la publicidad y la presencia de marca. “Siempre sin tener pánico, es un trabajo constante, el mundo del lujo ha tenido fluctuaciones, ahora ha bajado, y estamos tratando de aumentar las ventas, pero va a subir seguro”.

La experiencia en innovación es el mejor aliado para el desarrollo de productos y competir en tiempos difíciles. “La innovación es indispensable, es un éxito y una de las medidas para mover las cosas, seguir invirtiendo mucho con nuevos productos”, asegura Max Bonfigli. “Si llega un buen producto, el cliente siempre lo va a comprar”. La manufactura cuenta con ocho ingenieros dedicados exclusivamente a investigación en movimientos y desarrollos de nuevas creaciones. El punto de la conversación siempre toca de alguna forma China, con un potencial enorme. “Al final estamos ahí para hacer business, pero una marca que se respeta tiene que trabajar a nivel mundial, tenemos presencia en más de 100 países”.

El director de ventas de Ulysse Nardin pasó por la Ciudad de México para inaugurar nuevo corner de la marca en la joyería Tressor en Altavista. “Aproximadamente, Ulysse Nardin cuenta con 600 puntos de ventas en todo el mundo”. Ahora su participación como firma del grupo Kering también es un valor añadido. “En América Latina el trabajo ya estaba hecho y establecido con nuestros proveedores, pero sí aprovechamos la sinergia de Kering, nos da un apoyo técnico destacable. Por ejemplo, emplearon un análisis completo de la marca con Boston Consulting Group que nos ayudó mucho. Esto antes la empresa no lo hacía. Sin duda, ayuda mucho”.

Leslie López

Leslie López

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