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“El ‘german watchmaking’ tiene sus raíces”

Junghans
Aug 11 2017 - 11:51

Llega a México tras el aterrizaje de la histórica firma alemana en este mercado hace apenas seis meses. “Vamos a Monterrey para ver a un joyero”, comenta la señorita Lausse. Junghans presenta una actividad comercial dinámica, ya cuenta con embajadora mexicana -la deportista Gaby López- desde el primer día. “Me gusta el negocio de los relojes”, asegura con una sonrisa Christine Lausse en perfecto castellano, directora internacional de ventas de Junghans desde el 2013. “Estamos creando una estrategia de ventas en Estados Unidos y consideramos México la puerta de entrada para el mercado sudamericano”. La familia Steim se ha propuesto recuperar el aura de un sello relojero germano con 156 años de historia en el mismo lugar donde nació, Schramberg. El “Made in Germany” encuentra la hora precisa para crecer en América.

En México han empezado con puntos de venta en Liverpool. ¿Junghans se desarrolla a través de boutiques propias, o más bien en asociación con retailers?
Trabajamos con distribuidores a nivel internacional que compran nuestros relojes y los venden y distribuyen luego en estos puntos de venta. Necesitamos visibilidad y estar en los puntos de venta más importantes de México. En Hong Kong, por ejemplo, nuestro distribuidor sí abrió propias boutiques Junghans bajo su propia responsabilidad. Aquí en México, si surge esa posibilidad de abrir una “boutique monobrand” con nuestro distribuidor, también estamos abiertos.

¿Cuál es la estrategia y cuáles son las claves principales para entrar por primera vez a un mercado maduro de relojería como México?
Básicamente, lo más importante es encontrar el distribuidor justo. Seguimos unos criterios. Luego, alcanzar la visibilidad de la marca en tiendas y puntos de venta más importantes. Y, en tercer lugar, crear un trabajo profesional con la prensa, una colaboración con los periodistas, también a nivel de “social media”. Ahora tenemos que aprender cuáles son nuestros clientes en México. Cada país reacciona de una forma diferente a ciertas comunicaciones. Tenemos un concepto, pero los consumidores reacciones de forma diferente. .

¿Están presentes en otros países del área LATAM?
Estamos en Panamá, empezamos casi justamente al mismo tiempo que aquí. México es una entrada al mercado sudamericano. Todavía no tenemos muchas relaciones comerciales, sólo en Colombia hay un punto de venta. Esperamos con el reconocimiento de Junghans tener buenas oportunidades de crecer en otros países latinoamericanos.

¿Tienen ya algún background o han detectado ciertos gustos del consumidor mexicano?
Realmente estamos en nuestros principios. Sabemos muy bien cuáles son las líneas de las colecciones que traemos. Pero es todavía temprano. Estamos en Liverpool desde hace tres meses y las ventas andan muy bien. Empezaremos ahora a crear con Liverpool una promoción de 360 grados en septiembre para mantener la confianza que ellos nos demuestran ante una marca más o menos desconocida. Y, por supuesto, vamos a planear eventos con la prensa. Estamos en relaciones con la CAMEXA (Cámara Méxicano-Alemana de Comercio e Industria) para acercarnos a la comunidad alemana. En México, hay una comunidad alemana muy fuerte.

¿Cuáles son las colecciones o los relojes más vendidos?
Tenemos cuatro líneas. La colección Meister existe desde 1936, una gran identidad de Junghans. También la línea Max Bill. Le siguen los relojes radiocontrolados, la compañía fue la primera que los introdujo en el mercado en 1990. Y la cuarta es Form, la más moderna. Desde hace dos años hemos lanzando la Meister Driver, que viene de nuestra historia porque la familia Junghans, tanto el fundador como su hijo, hacían automóviles en el origen. Y ahora el doctor Steim y su hijo, los dueños actuales, también están muy relacionados con los autos. Hay una historia emocional que forma parte de la línea Meister. Actualmente, tenemos una producción de 60,000 relojes al año.

¿La producción está hecha inhouse?
Trabajamos con proveedores, pero todo el montaje está hecho en Junghans. El valor está en Schramberg. En total, contamos con 125 empleados. La industria relojera alemana tiene una gran historia. Junghans es un gran ejemplo. Existe desde hace más de 150 años y fue una empresa innovadora. En 1903, era la fábrica de relojes más grande del mundo. Y en 1956, era el tercer mayor productor de cronómetros detrás de Rolex y Omega. Esto es muestra de calidad. El “german watchmaking” tiene sus raíces.

¿Cuáles son los mercados más importantes para Junghans?
Hasta ahora, el mercado alemán, le sigue Austria y luego Japón. Inglaterra también es muy importante. Trabajamos en puntos de venta destacados y los consumidores nos ven cuando viajan. Es una buena señal. Y la gente te dice qué bien que ya llegó la marca a México. Antes la habían visto en Europa. Estamos en 26 países. Y nuestra meta es llegar a los éxitos internacionales de la casa en los años 60, cuando estuvo en casi 100 países. El reconocimiento mundial de la marca era fuerte. La internacionalización es un objetivo muy claro ahora.

¿Afectan también a la industria alemana los datos no muy buenos de las exportaciones de la relojería suiza?
Leemos esos datos estadísticos. Y significa una tendencia. Pero en Junghans tenemos una gran ventana porque estamos en la reconquista del mundo. No estamos todavía en muchos países y aprovechamos este potencial. Estamos en un camino de crecimiento. Vemos claro que hay una crisis, pero esto siempre pasa con fases arriba y abajo. Este año, por ejemplo, las señales son positivas en Asia.

¿Cómo me convencería para comprar un reloj Junghans?
Con un reloj Junghans, tiene un reloj para cualquier ocasión. Es una marca auténtica.

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Leslie López

Leslie López

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