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"Somos una marca pequeña, es muy fácil conocer a los coleccionistas"

MB&F
Nov 24 2017 - 13:11

Nacido en Boston en 1967 y radicado en Suiza, Charris Yadigaroglou es un miembro destacado de MB&F. En su más reciente visita a la Ciudad de México conversó sobre la industria relojera y la relación cercana que tienen con los coleccionistas mexicanos.

¿Qué novedades trajeron este año al SIAR?
El Octopod es un reloj reciente muy interesante, es la séptima pieza que hacemos con L'Epée en tres años. En este tiempo la compañía ha cambiado porque cuando empezamos estas colaboraciones tenían relojes tradicionales, ahora la mayor parte de su producción son las colaboraciones que tienen con nosotros. Octopod es una pieza muy acuática, recuerda a los “marine chronometers” o “marine compasses”. Se puede mover en diferentes posiciones, dependiendo de la superficie, lo cual es práctico.

¿Cómo ha cambiado la industria relojera el último año?
México es quizá el primer mercado en el mundo para nuestros relojes de mesa. Por alguna razón, este país los ama. Productos como el Octopod marchan muy bien aquí. No tenemos planeada una boutique propia, pero tenemos una excelente relación con nuestro retail Berger. Estados Unidos es nuestro principal mercado a nivel mundial porque es un país muy grande con muchos retails. El mercado ha cambiado pero ha sido estable para nosotros. Hay que poner las cosas en contexto, no vendemos muchos relojes, sólo 360 piezas al año.Cuesta trabajo y tiempo entrar a un mundo tan pequeño como el de la alta relojería porque son piezas costosas. Son piezas exclusivas, inusuales, pero cuando atrapas al coleccionista se vuelve muy leal. Somos una marca pequeña y es muy fácil conocer a los coleccionistas. Tienen una relación personal con la marca. Entre más grande sea una empresa, se vuelve más impersonal.

Cada reloj es como una pieza única de relojería…
Sí, es un proceso similar a cuando un artista crea arte. No se trata de crear una pieza que va a vender la mayor cantidad de unidades como sea posible, es sobre la venta de una parte de ti mismo. El fabricante de relojes o el diseñador tiene algo que expresar, algo que decir si se trata de un recuerdo de su infancia. Estás comprando un pedazo de lo que ellos son. Enviamos un mensaje, que es absolutamente la forma en como estamos haciendo relojería.

Trabajan con diseñadores dentro de su empresa, contrata algunos nombres...
El dúo que ha estado trabajando junto desde el principio, es Max, que es el artista, y Eric, que es el diseñador. Max y Eric se entienden entre sí. Max es más conceptual, es un ilustrador de la idea, y Max expresa e interpreta un diseño actual. Es por ello que cada pieza es muy diferente, en el inicio del proceso creativo es Max quien lo hace, no se trata de la ingeniería. La idea arranca el proyecto, luego viene el sketch, decimos es “cool”, hagámoslo, así de simple. Trabajamos con ingenieros para hacer que suceda, requiere de cierto tiempo. Así es como nacen las colaboraciones. 50%+50% partnership. Nosotros diseñamos el concepto y en L’Epée hacen la ingeniería y la manufactura.

La industria relojera va mejorando sus números, ¿cómo va la marca?
Directamente no hay gran impacto porque somos microscópicos, nuestros números muestran que somos microscópicos. Nuestra producción total anual es lo que una marca como Patek Philippe hace en un día. Nosotros somos minúsculos. Somos una gota en el océano y cuando se es de ese tamaño, cuando hay una tormenta, por supuesto que los grandes jugadores sufren por ello, pero a una pequeña gota no necesariamente le afecta. Podemos continuar vendiendo las 360 piezas que hacemos por año y nos preocupamos por lo que está sucediendo afuera. Indirectamente, la crisis nos afecta porque es producida básicamente por una excesiva oferta, demasiados relojes en el mercado. Las grandes marcas producen demasiados relojes, el stock es muy grande. Por supuesto el retail dice que no los puede tomar. Hay un exceso que se tiene que corregir. La gente continua comprando relojes, no es que la demanda haya colapsado, es que hay oferta excesiva.

¿Afecta esto a marcas pequeñas?
Desafortunadamente el impacto en jugadores como nosotros es que el retail que esperaba muchos relojes para su stock, ahora está dejando de comprar a marcas pequeñas como nosotros. Es un reto mayor con los retails, pero incluso más con los suministros que proveen componentes para los relojes porque ellos están incrementando la capacidad de producción para responder a las órdenes de las grandes marcas. Ahora es más desafiante en el lado de la producción.

¿Cuál es su opinión acerca del consumidor mexicano?
Definitivamente, es uno de los más avanzados y más sofisticados en esta parte del mundo. Es el mercado líder en toda Latinoamérica. Es importante tener una reputación aquí, una posición con nuestros retail partners, como Berger en nuestro caso, porque eso establece la marca como creíble en toda la región.

En términos de ventas, ¿ve que el cliente mexicano se relaciona con el producto?
Sí, de hecho es interesante lo que hemos tenido por un tiempo en México. En promedio, fabricamos 360 piezas al año y tenemos 30 retails, significa un poco más de 10 piezas por retail aproximadamente. Algunos de esos retails son más grandes que nosotros. Nos ponemos muy felices cuando vendemos cinco, seis u ocho piezas por mercado, es muy bueno para nosotros, no necesitamos más.

¿Cuáles son los retos de la empresa ante las nuevas generaciones de consumidores?
Para la compañía, los principales retos son encontrar el balance correcto entre permanecer firmes y por supuesto ser más grandes, tener más dinero para invertir, pero sin perder la creatividad. Ese es el reto.

¿Cuántas personas trabajan en la compañía?
Por el momento 21, es muy pequeña. En el pasado teníamos el número mágico de 15. Tenemos compromisos con poca gente, básicamente no hay problemas políticos al interior, la toma de decisiones es ágil, podemos ser flexibles, es un negocio familiar, nos conocemos entre nosotros, es más flexible. No tenemos cinco niveles como en otras empresas o managers.

¿El departamento creativo es el más grande?
No realmente, en términos de números de personas dentro, porque por supuesto hay empleados, no sólo amigos de nosotros. El departamento más grande es el de producción porque tenemos 6 relojeros, 2 de control de calidad, 2 ingenieros. En total son 10 personas en el lado de la producción.

¿Los artistas que trabajan con M.A.D Gallery interactúan en el proceso real de relojería?
En el principio no porque sólo eran artistas en la galería. Sin embargo, sabemos que estamos trabajando juntos, estamos haciendo un mashup. El primer ejemplo fue una edición especial de una Legacy Machine y trabajamos con Xia Hang, un artista chino que tenía una exposición en la galería. Y combinamos ambos. Introdujimos caracteres de Xia Hang al reloj como un automaton. No estaba planeado, solo sucedió.

¿Cómo marcha todo en M.A.D Gallery?
Tenemos seis o siete nuevos artistas. Para nosotros, M.A.D.Gallery es un lugar muy estimulante porque nos da ideas. Cuando vemos todas las creaciones de otros artistas nos ayuda a crear nuestros relojes. Nos divertimos mucho juntos y además nos inspiran. En la galería se mezclan relojes de mesa, de pulsera, “music machines” y la obra de los artistas. No sólo queremos hacer dinero, ese no es el punto, presentamos artistas a los coleccionistas. Muchas de las primeras piezas que venden son adquiridas por coleccionistas de relojes. A ellos les gusta mucho, es horológico. Queremos crear un ambiente muy artístico y seguir haciendo relojes interesantes, es nuestro principal enfoque. Deseamos continuar explorando con otros socios, diferentes tipos de relojes y en general otro tipo de productos.

Anitzel Díaz / Laura Hernández

Anitzel Díaz / Laura Hernández

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