Este año en el marco del Salón Internacional Alta Relojería 2017, Greubel Forsey y la fundación Time Æon, por segundo año consecutivo, dieron un taller durante el cual pudimos platicar con Stephen Forsey, uno de los fundadores de la marca. "Estamos convencidos de que en el mundo de la alta relojería aún queda mucho por inventar, es por eso que nos planeamos Robert Greubel y yo desarrollar este proyecto, esta empresa para dar un nuevo impulso desde la arquitectura y la maestría artesanal al mundo relojero".
Qué bien que nos visitan de nuevo, podemos ver a los relojeros trabajando…
Sí, tenemos el taller de Time Æon de nuevo en el SIAR con tres relojeros mexicanos que pasan tres días con Michael Boulanger, dos de ellos estuvieron también el año pasado, es realmente agradable ver su entusiasmo. Lo que queremos hacer es crear conciencia sobre la pérdida de habilidades relojeras artesanales en la industria y tratar de crear dinámicas para atraer más atención sobre el tema, y para dar más apoyo a los relojeros locales, para entrenar a los jóvenes y pasar la experiencia a una nueva generación.
¿Qué nuevos conocimientos se llevarán los relojeros mexicanos a casa?
En el lado humano están las visitas, los periodistas, los coleccionistas se enfrentan con muchas distracciones y esto es difícil. Pero principalmente están aprendiendo nuevas técnicas que nunca antes habían hecho. No podemos entrenarlos en tres días, pero podemos darles una introducción para motivarlos a seguir aprendiendo. Michael Boulanger es muy minucioso en su trabajo, ordenado, concentrado y esto es algo que recogen estos relojeros y lo introducen en su manera de trabajar.
¿Cómo participa Greubel Forsey dentro de Time Æon Foundation?
Greubel Forsey produce 100 piezas al año, por lo que es una producción muy pequeña. En nuestra gama tenemos siete calibres. Es muy exclusivo. A través de nuestro trabajo con Greubel Forsey nos hemos dado cuenta que las habilidades artesanales se están perdiendo en la industria. Incluso en Suiza que es la patria de la relojería. Hoy no hay tiempo para enseñar estas habilidades en profundidad como debería ser. Todo es rápido. Los fundamentos importantes para ser un relojero competente no están ahí, así que esto es lo que estamos tratando de hacer, dar una plataforma, una base real para llamar la atención sobre el mensaje y separarlo de Greubel Forsey, es un proceso largo. Buscamos apoyo y tiempo para expandir este trabajo.
¿Cómo responden los coleccionistas al taller que tiene en SIAR?
Están fascinados, algunos incluso solicitan estar sentados por un tiempo para ser parte del taller, quieren entender, así que es una forma de entender, pueden ver que cuando llevas el reloj al servicio hay que tener esa habilidad, para poder arreglar el reloj y limpiar el movimiento para realmente hacer un buen trabajo. Es un producto caro de alta gama y así ellos pueden palpar el valor real de la pieza. No buscamos la producción en masa para que puedan ver de primera mano esta tradición relojera. Y también sienten que están apoyando nuestro trabajo, al adquirir un Greubel Forsey están perpetuando una tradición relojera artesanal. Necesitamos esto para mantener la maquinaria funcionando. Tenemos que seguir contando la historia, seguir informando, tenemos que mantener y reactivar nuestra creatividad. Tenemos ideas para los próximos 10 ó 15 años.
¿Cómo está expandiendo este proyecto?
Estamos promoviendo además otro proyecto que ha sido llevado por Felix Baumgartner y algunos integrantes de Urwerk, se llama Oscillon y es complementario a la idea original de Time Æon. Consiste en hacer un reloj completo en un taller como éste de aproximadamente 30 ó 40 m2 y tener toda la maquinaria en el interior, pero es muy diferente de nuestra misión original para hacer un reloj a mano, ya que utilizarán máquinas antiguas de hace 100 años, desde el principio del siglo XX. La voluntad de conservar un patrimonio relojero en peligro de extinción remite al proyecto Naissanse d'une Montre (Nacimiento de un reloj) impulsado por la Fundación, en el que el joven profesor de relojería Michel Boulanger adquirió conocimientos de relojería antigua para poder crear un guardatiempos de forma enteramente manual.
¿Cómo se financia la Time Æon Foundation?
Tenemos un límite en los altos costos, quisimos reducir lo mayor posible los gastos. Gran parte de nuestra estructura está hecha por Greubel Forsey, el señor Robert Greubel es el presidente. Ha sido muy eficiente en términos de toma de decisiones y elaboración de proyectos. Tenemos una colaboración muy importante de Philippe Dufour y Felix Baumgartner, fundador de Urwerk. Como parte de la Fundación necesitamos construir un equipo así para poder encontrar la mejor vía posible y tratar de juntar más recursos para poder continuar con esta misión. Contribuir a la conservación del patrimonio relojero y a apoyar a los futuros relojeros.
¿Cómo marcha Greubel Forsey en México?
Nuestras visitas a México han sido muy positivas, hemos tenido un flujo constante de personas durante el SIAR. La gente que nos visitó en otras ediciones regresó y empiezan a interesarse más. Hay pasión por la relojería. Hemos tenido muy buenos resultados, es una buena motivación. Nuestro reto de hoy es México, por eso estamos haciendo una escuela de relojería. En México le es muy difícil a la gente joven entrar a la relojería. En cambio, en Europa es más fácil empezar, puede ser una carrera muy placentera de la que se puede vivir. En Europa hemos visto en algunos sitios que hay gente muy entusiasta. En este país es muy difícil iniciar porque no hay una escuela. Ayer estuve aquí con una asociación y los asistentes estuvieron muy interesados. La Fundación busca poder encontrar un camino para ayudarlos y se puedan enfocar. Trabajando juntos podemos hacer cosas geniales. Si alguien que participa en el taller tiene un sueño suficientemente fuerte puede ser un estímulo para empujar hacia adelante y hacer posibles sus sueños. Cuando terminé la escuela de relojería y era un joven relojero, hace 30 años, deseaba crear algo distinto y fue así que ahora puedo estar en México, es fantástico. Puedo ver que la comunidad relojera está teniendo una comunicación muy positiva. Podemos seguir trabajando, los coleccionistas están felices y nos apoyan.
¿Cuál es su proceso creativo?
Es un proceso muy diferente de sólo el negocio puro, porque si fuera así sólo sería acerca de números, no podríamos hacer esto sí sólo pensáramos en hacer negocios. Hacemos un “bussinnes managing” con la finalidad de poder realizar los proyectos que hacemos en Greubel Forsey ya que el costo del desarrollo, investigación y la energía puesta son muy grandes. No podemos iniciar si desde el principio estamos pensando en cuánto nos va a costar.Necesitamos a nuestro alrededor relojeros, no empezamos pensando sólo en hacer negocios, eso es marketing. Nosotros en Greubel Forsey nos enfocamos realmente en una idea, no en el dinero. Luego pensamos en los bocetos, complicaciones, indicaciones, etcétera. Empezamos con una idea creativa dentro y le damos la bienvenida al proyecto y su desarrollo hasta que tenemos la pieza terminada.
¿Y cómo sigue el proceso?
Luego decidimos cuántas piezas podemos hacer y el trabajo económico que requiere. Al final podemos ver el valor de la pieza, si es correcto o bastante alto y tratamos de encontrar a los coleccionistas que nos apoyen. Ese es nuestro proceso creativo. Necesitamos buscar una inspiración, ese es un acercamiento en términos de lo que hacemos. Robert Greubel está en la parte creativa. Cuando hace un primer prototipo del reloj físico, me comenta sobre los detalles y se cuestiona si es muy sintético o no le gusta. Juntos lo redefinimos para que sea la pieza correcta y se haga la escala adecuada o la combinación perfecta hasta que finalmente esté funcionando el reloj. Esa es la extrema diferencia entre el diseño a nivel industrial y nuestro enfoque, que es artístico. No sabemos cuándo está terminado el reloj hasta que un día lo vemos y decidimos que ya está listo. No es algo que podamos explicar en papel. Luego vemos que los coleccionistas están muy entusiasmados y quieren participar o también solicitan ayuda. Se dan cuenta de la importancia que tienen para la colección en el futuro. Tenemos que interactuar con las personas para que la colección se mantenga, son muy importantes para la comunidad relojera.
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