Richard Mille evoca la infancia a través de los colores y los sabores dulces que despiertan el placer de los sentidos y las emociones. Abre este 2019 con la colección Bonbon formada por 10 modelos de 30 unidades cada uno y que ofrecen una visión de la relojería creativa. Las piezas rompen con los códigos basándose en su habilidad con los materiales, los colores y las formas.
Derivados de tres de sus modelos emblemáticos automáticos, los nuevos RM 07-03, RM 16-01 y RM 37-01 harán las delicias de los amantes de los relojes. “La idea era revisar las colecciones existentes jugando además con el color. Esto me ha permitido darles un aspecto más pop, más divertido. En total, definimos una paleta de 60 colores para esta colección mixta”, explicó Cécile Guenat, directora artística de esta colección.
La firma explora un nuevo territorio de expresión gráfica y cromática. En lo que respecta al color, no ha dejado de ampliar su paleta de colores. El conocimiento de los materiales le permite realizar incursiones regulares en el verde, el burdeos, el amarillo y el rosa. El dominio del comportamiento de las cerámicas teñidas, la superposición de capas de materiales como el carbono TPT o el cuarzo TPT y el engaste de piedras preciosas de colores se han convertido en los ingredientes de estas dulces piezas.
Los cuatro modelos de la línea “Sweets” lucen cajas de cerámica bicolor que representan con majestuosidad caramelos de esmalte grand feu o titanio cromado negro. El RM 07-03 Cupcake, el RM 07-03 Marshmallow, el RM 37-01 Sucette y el RM 16-01 Réglisse proponen una gama de sabores y texturas que son sugeridos visualmente gracias al dominio de la técnica del esmalte, que reproduce la sensación de lo espumoso, lo crujiente y lo tierno. En cuanto al negro, este color fundamental de la marca adopta en el RM 16-01 una apariencia totalmente nueva, pues toma la forma de una gran rueda de regaliz que ocupa toda la superficie de la esfera. En este caso la solución más interesante era el estampado asociado a la aplicación de un tratamiento de cromado negro, tanto por el color como por la textura.
En lo que respecta a la línea “Fruits” hay seis perfumes: Citron y Fraise (RM 16-01), Myrtille y Litchi (RM 07-03) y, por último, Kiwi y Cerise (RM 37-01), frutas representadas a través de sus respectivas cajas de cuarzo TPT coloreado y carbono TPT. A los degradados logrados mediante la variación del número de estratos superpuestos que alternan el negro del carbono TPT y los colores del cuarzo TPT se añade una coloración turquesa inédita y exclusiva a esta colección.
Para perfeccionar el realismo de las 3000 figuritas de la colección, coloreadas con pintura acrílica y lacadas a mano, se obtuvo un efecto “cristales de azúcar” gracias al uso de esmalte triturado combinado con el uso de la fina arena que se emplea en los relojes de arena. Colocadas sobre placas de titanio grado 5, las tiras agridulces, las piruletas trenzadas, las gominolas y las frutas confitadas se trabajan y calan con la misma precisión que los componentes puramente relojeros.
La maison aplicó sus conocimientos de los materiales y las texturas a la temática de las golosinas. Destacan por su sentido del detalle. La composición gráfica de los modelos propone pigmentos y texturas que combinan de forma acertada con el resto de elementos del reloj. Todas las coronas y ciertos cantos de la colección adoptan alternativamente formas de golosina, cupcake o helado.
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