El Omega que perteneció a Elvis Presley fue subastado por 1.8 millones de dólares, el mayor precio alcanzado por un producto de estas características de la firma. Phillips en asociación con Bacs & Russo subastó el reloj en la puja que se desarrolló los pasados 12 y 13 de mayo en el Hôtel La Réserve de Ginebra. El reloj de oro blanco, con un bisel engastado con 44 diamantes de talla brillante, fue un regalo que le hizo la disquera RCA Records, el 25 de febrero de 1961. La pieza fue comprada por la empresa en Tiffany & Co.
El reloj tiene una inscripción en la caja perfectamente conservada que dice: "To Elvis 75 Million Records RCA Victor 12-25-60". Le fue entregado en un evento de caridad organizado por la compañía discográfica donde le dio a Presley una placa conmemorativa por los 75 millones de discos vendidos en todo el mundo. Según cuenta la historia, el tío del consignador del reloj se encontró al azar con Presley en un bar de Las Vegas en la década de 1960. Después de expresar mutua admiración por los relojes, Presley sugirió intercambiar su Omega por el del otro caballero, un Hamilton. El reloj de Presley pasó luego a su propietario actual, por lo que nunca apareció en el mercado. La pieza se entregó completa con certificados de autenticidad del Museo Elvis Presley y un libro titulado Elvis de Dave Marsh que incluye imágenes del reloj en la muñeca del cantante.
Desde mediados de la década de 1950 hasta su muerte prematura en 1977, Elvis Presley tuvo un papel indiscutible en la creación del paisaje musical estadounidense moderno. La importancia de Elvis para el inicio del rock and roll y la música contemporánea en general no se puede omitir. Su imagen ha trascendido las categorías de la música que interpretó y las películas que protagonizó para convertirse en una piedra angular de la cultura pop moderna.
El reloj fue expuesto al público el pasado mes de febrero durante la celebración del Watches Wonders Miami en el Opera Gallery del Miami Design District. En octubre de 2017, Phillips subastó el Rolex que perteneció a Paul Newman, estableciendo el récord del reloj de pulsera más caro de la historia al ser vendido en 17,752,500 dólares.
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