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Parmigiani Fleurier Tonda Metropolitaine Selène, poesía lunar

Parmigiani Fleurier
Jul 6 2017 - 16:27

El Tonda Métropolitaine Sélène de Parmigiani Fleurier regresa con una edición especial que cuenta con una paleta cromática nueva. El modelo presentado en 2016 es una pieza femenina dedicada a la representación de las fases de la Luna. Este año la manufactura del Val-de-Travers, realizó una proeza estética vistiendo la esfera del reloj en nácar con una flor de loto que adorna el centro del dial y que resalta la feminidad de la complicación. Esta planta que se abre por la noche, a la hora en que aparece la Luna, también es el símbolo del caminar femenino.

La belleza del Tonda Métropolitaine Sélène reside en sus delicados detalles. El savoir-faire de sus maestros relojeros le confiere un valor artístico. Fabricado íntegramente en los talleres de Parmigiani Fleurier este reloj embellece la colección Métro, de diseño moderno y esbelto, del 33 movimiento de la firma. Dos colores de esfera —un rosa pastel y un azul cielo sutil— se unen a las versiones ya existentes en azul abisal y en blanco. Los tonos de estas nuevas versiones especiales se obtienen mediante la aplicación de un barniz en el dorso del soporte de nácar, que reverbera en su superficie con los reflejos originados por el material. Con sus dos discos lunares dorados, que aparecen y desaparecen tras las volutas de una nube. Realiza una ejecución clásica de las fases de la Luna. Este reloj luce toques de distinción que constituyen la base de la originalidad de la pieza.

Su luna rojiza posee el brillo de las noches excepcionales y aparece magnificada gracias a su superficie compuesta por cráteres —denominados mares lunares— obtenidos mediante la superposición de calcados sucesivos, un procedimiento de gran complejidad artesanal. Más que una simple representación, se trata de la encarnación de la Luna en la muñeca. Está realizada con encajes de nácar que se superponen en dos estratos. El primer grosor, el de apoyo, se barniza y después se satina, oponiéndose así a la capa superficial, cuyo acabado es pulido. Esta alternancia de superficies satinadas y pulidas genera un reflejo de luz cautivador que queda reforzado con el juego de profundidades inherente a las dos capas de nácar.

El bisel con 72 diamantes de talla brillante engastados y una correa de piel blanco perla dan continuación a esta textura luminosa en toda la muñeca femenina. Los índices de oro destacan en la esfera. El calibre automático PF318 y su módulo de fase de la luna fueron fabricados totalmente in-house. Posee una reserva de marcha de 50 horas y un isocronismo gracias a sus dos barriletes montados en serie que garantizan la regularidad de la reserva de marcha. Visible en el dorso del reloj gracias a su fondo transparente, este calibre está perlado, decorado con Côtes de Genève y angulado íntegramente conforme a los estándares más elevados de la alta relojería. El principio de funcionamiento de la fase de la Luna se apoya en un engranaje que acciona el disco de la luna una vez cada 24 horas por medio de una lámina integrada en el centro de su rueda.

Movimiento
Automático, calibre PF318, 205 componentes, 28 rubíes, marcha 50 horas
Funciones
Horas, minutos, segundero pequeño, fecha, fase de la Luna
Caja
Acero, 30 m
Dimensiones
33,2 mm
Correa
Piel de becerro

Laura Hernández

Laura Hernández

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