Amplios ventanales que, por refracción, parecen detener el aire fresco de Ginebra en el silencio reinante sobre las mesas de los relojeros. Algún que otro tímido saludo. La densa transparencia de este día luminoso va fraguando lentamente una pieza con el grabado de la Cruz de Malta. Excelencia, creatividad, apertura al mundo, tradición y pasión. Los cinco valores esenciales de Vacheron Constantin. Una aristocrática y bella interpretación del sentido del tiempo cuyos principales embajadores son los propios maestros relojeros y empleados.
Justamente el 9 de agosto de 2004, tras más de 18 meses de intenso trabajo, Vacheron Constantin inauguraba esta nueva manufactura en Plan-les-Ouates (Ginebra). Una etapa definitiva en el desarrollo de la marca relojera más antigua, con una actividad ininterrumpida desde 1755. Y en 2015, el actual “headquarter” crecía 9,000 metros cuadrados con una ampliación. Todo fue obra del arquitecto suizo Bernard Tschumi. El inmaculado diseño de la estructura de acero curvado parece palpitar con su dinamismo. Como un organismo vivo de apariencia metálica con amplios ventanales, yace imponente, sutil y elegante sobre el resto del paisaje.
La esencia radica en la luz. Para proporcionar la iluminación apropiada, se construyeron claraboyas circulares alternando con apliques circulares más pequeños que flotan sobre las estaciones de trabajo. Las paredes interiores acristaladas también ayudan a transmitir luminosidad. Pero debido al uso expansivo de vidrio, se instalaron un sistema de persianas móviles para contrarrestar la fuerza del sol en caso necesario. El nivel superior del edificio ofrece vistas espectaculares de los Alpes para los relojeros.
Vacheron Constantin deseaba reunir en un mismo centro neurálgico reunir sus equipos hasta entonces repartidos en distintas instalaciones en Ginebra. Sede administrativa y de producción, 425 empleados trabajan aquí. La sede histórica sigue en Saint-Gervais desde 1755. Tras ocupar varios talleres en pleno centro de Ginebra, "Quai de l'Ile" sería el lugar definitivo que la casa ocuparía desde 1875, donde ahora luce la exclusiva boutique de la maison. Un edificio que el propio Jean-François Constantin, sobrino de uno de los fundadores -Françcois Constantin-, encargaría al arquitecto Jacques Elysée Goss, el creador del Gran Teatro de Ginebra. Y por otro lado, también sigue viva la sede de Le Brassus. En el Valle de Joux se encuentran unos talleres enfocados a la Investigación y el Desarrollo de movimientos, así como a fabricación de calibres y componentes. El posterior ensamblaje, los ajustes y el montaje final de la caja sí se lleva a cabo en este centro de vanguardia de Plan-les-Ouates.
El equipo de los maestros especialistas que llevan a cabo los trabajos métiers d´art disfrutan de una esquina privilegiada en la planta baja, así como el Atelier Cabinotier, el servicio de personalización. Grabado, esmaltado, guillochage y pedrería para dar rienda suelta a la imaginación. Además, la restauración de piezas se realiza con máquinas originales de época que se mantienen cuidadosamente activas en la manufactura. Carátulas, manecillas y correas son los únicos elementos que aportan proveedores. Vacheron Constantin cuenta con su escuela de aprendices justo al lado del taller de altas complicaciones. Los maestros más veteranos en sinergia con los jóvenes. El futuro y el pasado en perfecta sincronía. La mejor ecuación para ganar la eternidad.
La cruz de Malta fue un signo adoptado por Vacheron Constantin en 1880.
Agregar Comentario