“Una de las marcas más icónicas en Alemania con más de 150 años de tradición”, comentó Elena Hernández de Alba, la directora de Junghans en México. ”Espíritu innovador y máxima precisión”. Los relojes de la estrella fabricados en Scharmberg, el corazón de la Selva Negra en Alemania. “Llegó a ser el fabricante de relojes más grande del mundo”, comentó Emilio Watson, director comercial de la marca relojera.
Una firma alemana que desde 1861 se dedica a la fabricación de relojes de alta calidad y diseño sobresaliente. En 1903, la manufactura de Junghans llegó a contar con 3,000 trabajadores. En 1956, Max Bill diseñó relojes bajo la inspiración Bauhaus que siguen conservando su original estética, y se han convertido en verdaderos clásicos. La casa alemana llegó a ser cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Y se convirtió en pionera tras la fabricación del primer reloj de pulsera por radiocontrol en 1990.
En el German Centre (Santa Fe) de Ciudad de México se presentaron las nuevas piezas. La marca se diversifica en cuatro colecciones generales: Erhard Junghans, homenaje al fundador; Junghans Meister, la línea de diseño clásico; Max Bill by Junghans, la corriente de diseño de la Bauhaus y las piezas icónicas creada por Max Bill; y Junghans Performance, relojes enfocados a la máxima precisión. Una amplia gama que va desde movimientos en cuarzo hasta calibres automáticos. En México, por el momento estarán disponibles las familias Junghans Meister, Max Bill y Performance. Los primeros puntos de venta se encontrarán en Liverpool. La joven golfista mexicana, Gaby López, se convierte en la primera embajadora de Junghans en México.
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