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Jane Richard Philips, el mejor salto de Longines

Longines
Apr 11 2017 - 10:36

Jane Richard Philips, la jinete suiza es embajadora de Longines. Nació en la región de Evilard (Saint-Imier) donde también fue fundada la firma relojera en 1832. Participó en el Longines Global Champions Tour en México y tuvimos la oportunidad de platicar con ella. Su primera victoria importante de Jane dentro del circuito ecuestre internacional fue en 1998. Ganó el Trofeo de la Final de Suiza en Kerzers (SUI). Desde entonces, siempre ha estado entre los 10 mejores jinetes de su categoría.

¿Cómo comenzó su relación con Longines, qué significa ser embajador de la marca?
Cuando tenía quince años y estaba compitiendo en la categoría de junior, Longines tenía dos eventos en Suiza, y además de apoyar a tres jinetes con ranking mundial, escogieron también dos jinetes de la región. Una de ellas fui yo. Desde entonces he tenido la oportunidad, junto con la marca, de crecer dentro del deporte. Gracias a ellos, he competido en las mejores sedes del mundo. He ganado premios mundiales y he podido viajar a los lugares más bellos. Longines ha hecho posible que el salto ecuestre tenga el nivel que ha logrado hoy. La equitación es la combinación perfecta para mostrar el slogan de Longines: "La elegancia es una actitud". No hay mejor asociación para el caballo y el jinete que Longines con sus relojes elegantes y deportivos.

¿A qué edad comenzó a montar?
 Comencé a montar entre los 12 y 13 años, pero siempre me había llamado la atención. Fue curioso porque a partir de que yo empecé, toda mi familia se involucró, hasta mi mamá. En lugar de esperarme, decidió tomar la clase, aprender ella también. Mi primer caballo fue Flamenco, y con él obtuve la licencia en Suiza. Crecimos juntos. Al final de su carrera vivió con mis padres en su granja hasta los 30 años de edad.

¿Cómo es su vida hoy: las competencias, los viajes, los entrenamientos?
Mi situación es un poco distinta a la de otros jinetes. No solo soy un jinete de alto rendimiento, sino que también tengo una familia, mi esposo Ignace Philips, que también es mi entrenador, mi hijo de seis años y los padres de mi esposo, todos estamos involucrados en el deporte. Tenemos un centro ecuestre en Italia, La Madonnina, donde criamos y arrendamos caballos. El pie de cría del rancho es de sangre belga, mezcla de sangre francesa y alemana, ligeros y dóciles para el salto. También arrendamos potrillos que adquirimos a los tres o cuatro años. Unos se quedan conmigo y competimos juntos, otros los vendemos. Además, en La Madonnina entrenamos jinetes top, desde niños hasta seniors. Me gusta compartir con ellos los días de entrenamiento, hay días que he pasado montando doce horas seguidas.

   

Pablo de Virton es el principal caballo de su cuadra.
Tiene un temperamento fuerte. Tenemos una historia especial, nos ha ido muy bien juntos. El año pasado sacamos el tercer lugar en el Grand Prix 150 del Tour de la Toscana en Italia y el segundo lugar en la copa del mundo este año. Lo tengo desde los cuatro años, sangre pura francesa, muy emocional, tiene mucho carácter. Lo que lo hace tan especial para el salto es que es único, salta un poco de más siempre, tiene mucho cuidado con su naturaleza, no quiere tocar los obstáculos. Nos hemos convertido en una verdadera pareja en estos años que hemos trabajado juntos. Sabe exactamente lo que quiero y yo lo conozco a la perfección, por eso tenemos tan buenos resultados.

¿Cuál es el camino para que un jinete participe en un tour como el Longines Global Champions Tour?
Para estar en el tour hay que ser de los 30 primeros clasificados en salto ecuestre en el mundo. Montar es una pasión y para montar se necesitan muchas cosas: condición física de atleta, un entrenamiento de acondicionamiento físico. Pero lo principal es el caballo, tienes que amar el animal que montas, se tiene que convertir en tu mejor amigo. Hay que pasar tiempo con ellos, no sólo montarlos, hay que saber cuidarlos en todos los sentidos. Siempre hay que tener una meta. Así que esto no sólo es un trabajo, es una forma de vida y cuando tu pasión se convierte en tu trabajo es lo mejor en la vida.

El año pasado también visitó México, ¿qué le ha parecido esta sede?
Me he quedado muy impresionada con México, el lugar es hermoso, tiene una situación fantástica. Para nosotros, como jinetes, la arena es enorme. Algo que reconocí el año pasado fueron los espectadores, no son gente del deporte, está abierto a todo el mundo, y vienen, esto lo hace muy especial.

 

Fotos: Hugo Salazar / Oxersport

Anitzel Díaz

Anitzel Díaz

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