“La verdad está en la mecánica”

“Si aprendes a observar, el arte se revelará por sí mismo”. Una frase de su padre que siempre guarda en su memoria. Michel Parmigiani es un maestro relojero fascinado por la belleza. Con vocación de arquitecto, finalmente la relojería lo eligió a él como uno de sus celosos guardianes. Y para el arte de la cronometría Parmigiani apunta que la naturaleza es la verdadera fuente. Señala al corazón de unas rosas y sus pétalos de grácil curva. La medida del número áureo -"golden ratio"- como sustancia materializada en guardatiempos precisos que rinden culto a la estética igualmente. “El libro de la naturaleza está escrito en caracteres matemáticos”, una sentencia de Galileo que el maestro Michel Parmigiani adopta literalmente. Su racionalismo se plasma totalmente en la precisión como medida del tiempo y bellos diseños clásicos.“Frank Lloyd Wright y Gaudí son distintos estilos, pero tienen la misma base. La belleza se explica por la matemática. Nada es por coincidencia, es geometría”. Proporción y armonía en el diseño de los relojes.

No son muchas las marcas que tienen como CEO a un maestro relojero. ¿Prefiere el trabajo como hombre de negocios, o se siente mejor como creador de relojes?
Fundador y relojero. Mi tarjeta de presentación dice maestro relojero y presidente. Pero claramente aquí es importante confiar y delegar en tu equipo. Considero que soy mejor relojero que administrador. Todo el mundo tiene sus propias fortalezas. Y para ser fundador de una compañía, al principio hay que tener una visión.

Al margen de Parmigani Fleurier, ¿está usted colaborando con los desarrollos de otras marcas actualmente?
Tenemos nuestra propia manufactura y maravillosas máquinas para producción de componentes. Suministramos a otras firmas, pero son dos negocios totalmente separados. Yo mismo no estoy involucrado en el trabajo con otras marcas. No me gustaría intervenir en el proceso creativo y el diseño para otras firmas. Cuando una firma nos pide un tipo de dial específico, podemos hacerlo. Tenemos capacidad para producir y por ello ayudamos a otras firmas. Pero yo no estoy involucrado en ello.

Kari Voutilainen y Denis Flageollet (De Behtune) han trabajado en Parmigiani Fleurier. Tiene una escuela de relojería sobresaliente.
Han sido cinco maestros relojeros que establecieron sus propias firmas. Como Raúl Pagès, Roman Winiger y Markus. Los relojeros son gente centrada en su trabajo y ensimismada. Pero sí es cierto que la casa Parmigiani ha sido muy abierta. Y siempre he animado a la gente que ha salido y ha impulsado su propio negocio, empujando hacia delante. Cuando estás solo no se puede hacer tanto y puede ser muy difícil. Con muchas manos es mejor.

Es un mercado muy competido con muchas firmas relojeras. El año pasado se cumplió el 20º aniversario de Parmigiani Fleurier. ¿Cuáles son las claves para sobrevivir como relojero independiente?
La respuesta es simple. Empecé en la adversidad, no era fácil, así que lo de ahora no es tan complicado, no es realmente un problema.

Para usted, ¿cuál ha sido el cambio más importante que ha tenido lugar en la industria relojera en estos 20 años?
La banalización de la calidad. Por ello creamos el sello de calidad Qualité Fleurier. Está abierto a todas las marcas que sean suizas. Uno de los criterios es que sean 100% suizo. La Fleurier Quality Foundation fue creada en 2001. Medimos calidad técnica, estética y también cuenta con el interesante Fleurier Test, que mide el movimiento del reloj en la muñeca.

Mantiene una producción controlada, no cantidades elevadas. Una producción por debajo de 5,000 piezas.
El valor añadido lo aporta la mano del hombre. No puedes producir más relojes que aquellos que pueden producir los propios artesanos. No queremos introducir demasiada robotización en la relojería. Es un arte mecánico, es lo realmente importante. La verdad está en la mecánica, lo auténtico. El objetivo no es la cantidad, sino la calidad. Y el precio no es inaccesible. Este año hemos lanzado el Parmigiani Tonda 1950 en acero por debajo de diez mil dólares.

¿Cuál es el primer mercado para la marca? Señales positivas este año en la industria con las exportaciones, según la FH.
Suiza es un mercado muy sólido. Y luego Alemania, Francia. Estados Unidos está comenzando también. China es un mercado complejo. El cliente chino está comprando en Europa. Aunque sí está en nuestros plantes desarrollarlo. Por otro lado, la exportación no es necesariamente el diagnóstico de la realidad. Creo que se producen demasiados relojes. El tema de la calidad llevaría una larga conversación. Por nuestra parte, tenemos nuestra visión, construimos nuestra historia y permanecemos en nuestros valores.

¿Cómo valora el comercio online como canal de ventas para la alta relojería?
Para cosas simples o buscar información general, creo que internet es bueno. Pero algo como un reloj mecánico es una experiencia, necesita una explicación también. Tal vez online puedas iniciar la conversación o dar el primer paso, pero necesitas ir más allá del “click”. Necesitas experimentarlo.

¿Cree que las nuevas generaciones están interesadas en la relojería mecánica tradicional?
Creo que sí. Las nuevas tecnologías, como un teléfono celular, duran dos o tres años y ya queda obsoleto. Un reloj mecánico es para siempre.